Tu voz en la pantalla grande

Puede que la cinematografía sea mucho más inestable que un trabajo común; pero faltan muchas historias por contar y tú tienes el poder de hacerlo. 

El cine es un punto en común. Todos hemos visto películas: recordarás probablemente ese largometraje que viste con fascinación cuando eras solo un niño; esa primera cita con tu próxima pareja y aquellas historias que –al reflejarse en una gran pantalla– te hicieron sonreír con cariño. Por eso es que hoy el cine es tan importante: forma parte de nuestras vidas día con día, y eso es algo que nosotros, los jóvenes, necesitamos aprender a manejar. Existen tantas grandes ideas e injusticias por las que pelear y tenemos el mejor canal para hacerlo: el cine.

El cine –como cualquier forma artística– es un amplificador de ideas y de sentimientos; es por eso que lloramos al ver una película triste, como El Niño en el Pijama de Rayas, o reflexionamos sobre la esencia humana al ver Roma y Parasite. El fin de una gran entrega cinematográfica es crear un impacto mayor en la gente que simplemente representa de manera visual tus sentimientos y lo que tienes que decir. El cine también puede ser un método de protesta. Ha ayudado notablemente a generar conciencia sobre una gran variedad de temas. Tomemos por ejemplo Get Out, dirigida por Jordan Peele. Esta fue una de las películas más importantes del 2017; versa sobre un joven afroamericano que se ve envuelto en una red de trata de esclavos que lideran los padres de su novia. Esta película nos muestra una serie de micro agresiones – por ejemplo; un policía que, al detener a un vehículo, le pide al personaje principal una identificación sin que él estuviera conduciendo– que juntas conforman la problemática del racismo a gran escala. Get out es más que una buena película de suspenso; es una llamada de atención y una protesta contra el racismo. Es por esto que debemos usar el cine como un medio para enseñarle al espectador varias facetas de la vida.

El cine tiene una tarea que también es un deber: contar la realidad para que el público entienda mejor. Sobre todo el público joven.
— Ettore Scola

El mayor problema en relación con el mundo del cine es la falta de práctica de la juventud: los adultos mayores son los que llenan las listas de películas cada año. Tenemos que cambiar eso, no porque sus sistemas de pensamiento no sean adecuados, sino porque –al igual que en prácticamente todas las áreas laborales– faltan nuevas ideas. Existen algunos directores relativamente jóvenes importantes, como Taika Waititi (JoJo Rabbit & Hunt for the Wilderpeople), Greta Gerwig (Ladybird & Little Women), Ryan Coogler (Creed & Black Panther) y Damien Chazelle (Whiplash & La La Land), que debemos tomar como modelos a seguir. Tenemos que perderle el miedo a dedicar nuestra carrera a las artes. Puede que la cinematografía sea mucho más inestable que un trabajo común; pero faltan muchas historias por contar y tú tienes el poder de hacerlo. 

 

  Puede parecer imposible escribir películas, dirigirlas, producirlas y actuarlas, pero no lo es. Podemos hacer producciones catárticas. Se necesitan más jóvenes en la industria cinematográfica; ideas frescas; una mayor cantidad de puntos de vista y de experiencias. El cine nos necesita y creo que es momento de darle de regreso todo lo que nos ha dado. Lee, escribe, crea, imagina, no tengas miedo a mandar ese guión o a comenzarlo; porque en este mundo, en este momento, tu historia falta en las salas de cine. 

Anterior
Anterior

La soledad y la sensibilidad por medio del arte

Siguiente
Siguiente

La inminente evolución de la literatura con el Internet