¿China vs Taiwán? Los microchips del mundo en una isla

El problema geopolítico de los microchips involucra dispositivos que usamos todos los días, como el que estás usando para leer este artículo.

Taiwán es una isla con un clima tropical, marino y lluvioso durante gran parte del año. Su capital es Taipei, donde se encuentra uno de los rascacielos más altos: el Taipei 101. En 2019 se convirtió en el primer país de Asia en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Su bandera actual es la misma utilizada por el Kuomintang.

Pese al buen manejo de la pandemia y la economía por parte de Taiwán, hubo algo que comenzó a escasear: los microchips. ¿Has notado que los precios de los celulares han aumentado? ¿O que han llegado limitadas cantidades de consolas y dispositivos electrónicos al mundo? ¿Qué está sucediendo?

A inicios de junio este año, EE.UU. donó 750,000 vacunas a Taiwán, esto sumado a las intenciones del gobierno de Biden de acercarse a Taiwán. Todo esto sucedió mientras que China lanzaba enjambres de aviones que invadían el espacio aéreo de Taiwán, y declaraba que el uso de fuerza como necesario para reincorporar a esta provincia rebelde.

¿Por qué nos debe interesar Taiwán?

Uno de los eventos más sangrientos y de los cuales no he oído hablar mucho, fue la guerra civil China, en donde los comunistas de Mao Tse-Tung y los nacionalistas de Chiang Kai-shek empezaron a darse de tiros en 1927, luego aliándose en la Segunda Guerra Mundial para vencer a Japón. Una vez que este fue derrotado retomaron su contienda.  En 1949, los comunistas se hicieron del poder de la China continental y le pusieron el nombre de República Popular de China (RPC). Los nacionalistas escaparon a la isla de Taiwán y la declararon como la China verdadera. Desde hace unas décadas, Taiwán ha ido progresando como democracia y economía internacional, pero diplomáticamente ha sufrido mucho desgaste.

Así como el gobierno taiwanés  en su momento se asumió como la verdadera China, la República Popular de China desde 1949 sólo ve a Taiwán como una provincia rebelde y con el derecho de ser reclamada de vuelta. De hecho, el Partido Comunista de China (PCC) se enoja cuando las páginas de internet de agencias de viajes y empresas por el estilo no incluyen a Taiwán como parte de su territorio.

En 1979, el presidente norteamericano poco querido por el país,  Jimmy Carter, cortó lazos diplomáticos con Taiwán para iniciarlos con la República Popular de China. Antes de esto, EE.UU. reconocía a Taiwán como la verdadera China, ya que en la continental se encontraba al mando Mao Tse-Tung. Este acercamiento entre EE.UU. y la RPC se dio posiblemente gracias a la muerte de Mao y a que su sucesor, Teng Siao Ping, un reformador, abriera la economía China. Este hombre es en parte responsable de la imagen económica de China que hoy todos conocemos. Conforme China fue adquiriendo más relevancia, Taiwán fue perdiendo reconocimiento internacional.

Apegándose a los hechos, Taiwán cumple con los tres requisitos para ser un Estado: posee un gobierno, un territorio “propio” (porque la gente china ha habitado ahí desde siempre ) y población, que ya ha desarrollado un sentimiento nacionalista. Sin embargo, Taiwán apenas cuenta con un puñado de países que aceptan oficialmente que es un país. Algunos ejemplos son Belice, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y Paraguay.

La importancia del reconocimiento internacional es un tanto subjetiva. Históricamente, una vez que se constituyeron los Estado-Nación a lo largo del siglo XVIII, XIX, y XX los Estados recién nacidos se acercaban a otros países que ya contaban con el reconocimiento de otros. Usualmente se busca que un país poderoso te reconozca como país y durante mucho tiempo el que daba el visto bueno fueron los EE.UU.

Taiwán y los microchips

Taiwán provee al mundo de ⅔ de los microprocesadores y cada día de más objetos como carros, lavadoras, pulseras, ropa, que tienen la función de conectarse a redes wifi.

En 1989 un grupo de taiwaneses que regresaron de estudiar en EE.UU ingeniería en Software y administración de empresas fundó la Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) con un incentivo estatal. Si por algo se caracteriza Taiwán es por ser una economía de libre mercado, que no coloca impuestos a empresas extranjeras para facilitar el desarrollo de las nacionales y no da subsidios a las empresas, las deja hacer lo que ellas determinen. Bajo este contexto, TSMC decidió ser una empresa dedicada a hacer chips para otras empresas que las diseñan. TSMC no diseña sus chips, sino que construye los de otras empresas.

China también tiene la capacidad de producir chips en masa, pero TSMC puede realizar pequeños microchips poderosos en procesamiento, cosa que ni siquiera la industria americana de chips ha logrado; INTEL es una empresa que diseña y fabrica sus propios chips y en el año 2012 poseía el monopolio mundial de chips. Entre los principales clientes de TSMC se encuentra Apple, pero en 2019 le vendieron más microchips a China que a empresas norteamericanas.

China planea igualar y superar a Taiwán con su plan Made in China 2025,  un proyecto que se echó a andar en 2015 y que no sólo apunta a superar en tecnología y eléctricos a la isla, sino que a todo el mundo. Además, busca dominar  los mercados internacionales en los sectores de equipo electrónico, maquinaria para granjas, energía y vehículos limpios, inteligencia artificial, TIC´s, ferrocarriles, flotas marítimas y medicina; pese a tener una guerra económica declarada y una pandemia, la economía china continuó creciendo durante el 2020.

Foto: Thomas Tucker

Foto: Thomas Tucker

¿Por qué Taiwán es clave para EE.UU. y para el mundo?

Los celulares y las computadoras están muy presentes hoy en día, tanto en el primer como en el tercer mundo, pero el acceso a estos es lo que difiere la situación de ambos casos profundamente. Si por alguna razón Taiwán se viese ocupada por China, TSMC caería en manos del gigante asiático y eso le daría una ventaja brutal ante las industrias occidentales, ya que la infraestructura para fabricar microprocesadores de este estilo es sumamente compleja y costosa; eso en caso de que a TSMC no le diese tiempo para llevarse su infraestructura con la que fabrica tan sofisticados microchips a otro lado. 

Actualmente existe una escasez de semiconductores (materiales que pueden conducir electricidad y aislar su flujo según qué y cómo se emplee, como el Silicio) lo que impacta directamente en la elaboración de microprocesadores, haciendo que estos aumenten su precio o directamente sea imposible fabricar más. 

Si Taiwán pierde su capacidad de producir más microchips de los que se utilizan en los teléfonos inteligentes o en las computadoras de último modelo, 2⁄3 del suministro mundial se perderían. Lo que provocaría el aumento de precio de las máquinas y dispositivos que requieran de un microchip. Una laptop, pese a ya tener años de uso, podría aumentar varias veces su precio original ante la escasez.

Recordemos que el año pasado, China anexó completamente Hong Kong como parte de su sistema político. Antes de esta abrupta anexión de Hong Kong, ex-Colonia británica, esta no estaba obligada a seguir órdenes de Beijing y mantenía una democracia y un gran atractivo financiero. En 2019, grandes protestas iniciaron contra una reforma penal que el gobierno chino implementó, en la que si un ciudadano de H.K. cometía un delito, este sería juzgado en un tribunal chino. En 2020, mientras que EE.UU. lidiaba con la pandemia y protestas internas, China aprovechó ese caos y "discretamente"  se hizo de la ex Colonia. 

Así como pasó con H.K., el riesgo de que Taiwán sea anexado (de cualquier modo) por China sería un golpe brutal para EE.UU y para la economía mundial. Este sería un caso similar a lo que le sucedió al  Imperio Británico en 1956 cuando perdió el control del canal de Suez. ¿Estaría EE.UU. dispuesto a meter las manos por Taiwán?

¿Guerra por Taiwán?

Militarmente, Taiwán no le puede plantar cara al ejército popular de China. Basta con mirar los efectivos, aviones de combate y tanques. que cuenta cada uno. Taiwán cuenta con 88,000 soldados y China con 1,030,000.

China y Estados Unidos tienen intereses en Taiwán, por lo que las tensiones militares en la región cada vez se agudizan más. Sin embargo, no sólo debemos entender la guerra como un proceso militar, también hay una guerra económica en la zona. La prueba de esto es la lucha por la dominación del mercado tecnológico mundial a través de la producción de microchips. La estrategia de China es "ganar sin pelear" lo que nos debemos preguntar es ¿Qué quiere ganar?

China se está expandiendo por todo el mundo, y las intenciones que tiene con Taiwán reflejan eso en los campos territoriales y económicos. El valor de Taiwán para EE.UU. puede entenderse como un aliado económico y militar para seguir manteniéndose relevante en la región, pero no es el único y tampoco es el más importante. Tal vez a uno que no es ciudadano de ninguna de estas tres naciones puede parecerle que estos problemas le son ajenos, pero este problema involucra dispositivos que usamos todos los días, como el que estás usando para leer este artículo.

Mauricio Varas Silva | 17 años

Me gusta que me digan Mau, tengo 17 años. Amo la Historia, me interesa la política, así como los temas de actualidad y a veces la economía. No me considero ningún sabio ni nada por el estilo, sólo me gusta explicarle a la gente los temas que me apasionan.

Siguiente
Siguiente

La vida virtual de los universitarios durante la pandemia