Libertades en México: ataques y supervivencia
Al poder, no se le aplaude, se le critica, se le investiga y se le exhibe.
El pasado 27 de enero, Carlos Loret de Mola y su equipo de LATINUS en colaboración con Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, publicaron un reportaje en el que se dio a conocer que el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, vivió por algún tiempo en una mansión millonaria ubicada en Houston, Texas. Hasta aquí todo normal, un periodista nos da a conocer algo que no sabíamos. Todo esto cambió cuando, desde palacio nacional, el presidente, dio inicio a una serie de ataques contra Loret e incluso otros periodistas de renombre.
Loret, no solo ha cuestionado al actual Gobierno, ha cuestionado también a otros gobiernos y ante ataques, se ha sabido defender con argumentos, datos y pruebas. ¿Le dicen que participó en un montaje? Al día siguiente saca un video explicando por qué esto es falso. ¿Le reclaman que tiene una propiedad en Estados Unidos? Da la razón más asertiva que alguien trabajando en el sector privado puede dar: que el dinero o los bienes que posee son producto de su trabajo por más de 20 años en el periodismo.
Lo más grave del ataque de AMLO a Loret es que jamás se debería atacar o poner en riesgo la libertad de prensa de cualquier persona. Según el artículo 6 constitucional: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa..”,
Según el artículo 7: “Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares…” y, según el 16: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento”.
El presidente está violando flagrantemente estos tres artículos. En un país donde ejercer el periodismo te asegura que vas a ser agredido de una o otra manera es muy alarmante que el mismo presidente se sume a estos ataques todos los días desde su conferencia mañanera, porque las palabras importan y las palabras de un presidente importan mucho más.
Según un estudio de Forbes, Afganistán y México son los dos países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. En lo que va del año 5 periodistas mexicanos han sido asesinados. Una de ellas, Lourdes Maldonado, incluso fue a la conferencia matutina del presidente para denunciar que temía por su vida. Dos años después, sus peores miedos se cumplieron, fue asesinada afuera de su domicilio. ¿Cuál fue la respuesta del presidente? Dijo que no era su culpa, que lo que estaba pasando era culpa de los gobiernos neoliberales; se lavó las manos, como siempre.
Mientras el presidente pregona que la inseguridad y las agresiones a periodistas no son su culpa, al mismo tiempo utiliza el infame instrumento “de ¿quién es quién de las mentiras?”, que no es otra cosa sino una herramienta para atacar al periodismo crítico, a las organizaciones de la sociedad civil, a la oposición, a los intelectuales y en general a todo aquel que no piensa como él.
Si alguna persona no opina como el presidente, es un neoliberal, fifí, conservador, parte de la mafia del poder. Al poder, no se le aplaude, se le critica, se le investiga y se le exhibe; esto se hace en todas las democracias, y espero que se siga haciendo siempre.
En su ”mañanera” del miércoles 9 de febrero, el ejecutivo federal presentó “pruebas” de los supuestos ingresos de Loret, cifras que fueron infladas con el objeto de afectarlo. Al hacer esto, no sólo puso en peligro a Loret, sino a toda su familia. Si desde la tribuna de Palacio Nacional se ataca la libertad de prensa, cualquier fanático del presidente se lo va a tomar en serio y podría llegar agredir al periodista o a su círculo cercano.
Sin embargo, en medio de todo este ambiente terrible, algo extraordinario sucedió el viernes 11 de febrero. Casi 65 mil personas nos unimos por cerca de 9 horas a un space de Twitter para apoyar a Loret, defender la libertad de expresión y discutir nuestras preocupaciones acerca de los recientes ataques al periodismo y libertad de prensa.
Este suceso me llenó de esperanza. En el space no vi divisiones ni posiciones radicales, sólo nos escuché, a los ciudadanos, expresando nuestras opiniones, mostrando unidad y fortaleza sin miedo a ser linchados en redes sociales o desde Palacio Nacional.
Ver a tanta gente preocupada por el futuro del país y comprometiéndose además a la acción y a la defensa, me hizo darme cuenta de algo. Nosotros los mexicanos hemos aguantado la Independencia, la guerra de Reforma, la Revolución, las intervenciones extranjeras, inflación, contaminación, devaluaciones, sequías, inundaciones, temblores, al crimen organizado y pandemias y aquí seguimos.
Somos un pueblo fuerte que no se deja intimidar por absolutamente nadie. Si seguimos luchando por nuestros derechos, la verdad y la justicia se seguirán imponiendo.
#MexicoLibre #MexicoFuerte